Según informe de Cushman
& Wakefield:
- En el ámbito mundial, el
Reino Unido es líder en comercio electrónico.
- Para 2016, la economía de
internet llegará a USD 4,2 billones solo en los países que conforman el G-20.
Las ventas que se realizan a través del comercio electrónico
vienen en constante ascenso en todo el mundo, y a ello no pueden ser ajenas las
empresas minoristas, las cuales deben tener en cuenta este aspecto a la hora
seleccionar sus espacios físicos y modelos de operación.
Así lo establece un reciente estudio
de la multinacional Cushman & Wakefield sobre las tendencias que se están
imponiendo a nivel global, su efecto en las organizaciones, y el papel que
sobre ello tiene el sector de bienes raíces.
De acuerdo con la investigación, los
diversos canales electrónicos que han entrado en juego, entre ellos los
dispositivos móviles, los catálogos virtuales, las computadoras e incluso la
televisión, vienen mostrando un gran impacto tanto en los consumidores, como en
la infraestructura física y digital de las empresas.
“Este panorama sin duda está
determinando mejores prácticas por parte de los minoristas, en momentos en que
se observa un gran apetito de estas por conquistar los mercados emergentes”,
manifestó José Belfort Mattos, director ejecutivo para Colombia y Perú de
Cushman & Wakefield.
En su concepto, y de acuerdo con las
conclusiones del estudio, un desafío urgente para los minoristas es la integración
física con las operaciones de internet, con el fin de competir en el creciente
ambiente que C&W denomina como omni-canal.
Y es que así lo confirman las
cifras: el comercio minorista en línea a nivel mundial ha mostrado un
crecimiento anual de al menos 18% en los últimos tres años (según Euromonitor),
y ello ha dado pie al cambio de paradigmas a la hora de vender, y al
surgimiento de iniciativas de diversa índole, como las tiendas móviles,
lanzadas por Walmart y Procter & Gamble en Canadá.
En efecto, estas dos grandes multinacionales
crearon dichas tiendas en 50 paradas de autobuses en la ciudad de Toronto,
donde las personas podían hacer compras en línea solo con su dispositivo móvil,
y los artículos llegaban a su casa de forma gratuita.
A juicio del directivo, esto
demuestra que los minoristas se están moviendo rápidamente en todas las direcciones,
con formatos más específicos, pero siempre pensando en proveer sistemas ágiles,
prácticos y efectivos para los consumidores.
Adicional a todo lo anterior, se
espera que al menos 1.300 millones de personas ingresen a la clase media en los
próximos 10 años, en tanto que el aumento de los ingresos por el crecimiento en
las economías maduras y emergentes también creará más consumidores.
Otros datos para tener en cuenta
tienen que ver con que en la actualidad hay 2.400 millones de usuarios de internet
en todo el mundo, mientras que el tiempo que las personas pasan en internet
frente al que dedicaban a ver televisión ha registrado drásticos aumentos, como
en China (55%) y EE.UU. (38%), por ejemplo.
En el ámbito mundial, Reino Unido es
líder en materia de comercio electrónico, y se espera que para 2016, del total
de compras que en ese mercado se realice, 23% serían en línea, lo que
representa una tasa de crecimiento anual del 11%, en comparación con el
crecimiento proyectado en EE.UU. (5,4%) y China (6,9%).
Igualmente, se estima que dentro de
tres años habrá 3.000 millones de usuarios de internet en todo el mundo, es
decir, casi la mitad de la población mundial, y la economía en red alcanzará
USD 4,2 billones solamente en los países que conforman el G-20.
“Alrededor de 80% de la población
mundial tiene acceso a los sistemas móviles, y los celulares inteligentes ya
representan casi 40% de las ventas de teléfonos móviles mundiales”, destacó Belfort
con base en datos de KPMG, al señalar que de la era de los smartphones y las
tablets viene una generación de dispositivos como Wearables, drivables,
flyables y scannables.
El directivo sostiene que la entrada
de una empresa a nuevos mercados puede ser difícil, y por ello los minoristas
necesitan una fuerte y consistente plataforma de apoyo para introducir y
posicionar sus marcas, por lo que se debe tener en cuenta aspectos como las costumbres,
el idioma, las leyes y los sistemas políticos.
“En conclusión, la primera regla que
debe seguir una empresa es conocer al cliente para tomar la mejor decisión
sobre integración de canales y acceso; y como segunda medida, debe asociarse
con un experto del mercado en materia de logística, para que lo guíe al éxito
en sus planes de ingreso y expansión en un mercado determinado, aspectos en los
que C&W tiene gran experiencia”, subrayó.
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