La Resolución 2079 de
octubre de 2009 emitida por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo
Territorial de Colombia, que declara reserva,
delimita y alindera el Parque Nacional Natural Yaigoje Apaporis, en el
Departamento de Vaupés, está enterrando vivos
a los miembros de la comunidad indígena de Taraira,
denunció Eliecer Muca, Secretario
General de la Asociación de Capitanes Indígenas Taraira Vaupés (ACITAVA)
Si bien la resolución se basa en los artículos 79 y 80
de la Constitución Política donde destaca como deberes constitucionales del
Estado, entre otros, proteger la
diversidad e integridad del ambiente; conservar las áreas de especial
importancia ecológica; planificar el manejo y aprovechamiento de los recursos
naturales para garantizar su conservación y restauración, prevenir y controlar
los factores de deterioro ambiental, imponer las sanciones y exigir la
reparación de los daños causados, los indígenas piensan y viven otras cosa.
Muca estima que la decisión de crear el Parque Natural
fue tomada de manera apresurada “El parque se creó en quince días, y desde todo
punto de vista las cosas se hicieron mal por el afán”, agregó.
Al sobreponer un Parque Natural sobre su área de
reserva indígena, lo que hizo el gobierno fue coartarles sus derechos y
tradiciones ancestrales, sometiéndolos a
las leyes que ellos llaman “de los
blancos “, y ahora, “nos están enterrando vivos”, dijo.
Para el dirigente la decisión es un logro de la ONG,
GAIA que siempre ha querido definir la
zona indígena como parque pero sin tener en cuenta los ancestros
indígenas, para lo cual presentaron firmas falsas de capitanes
indígenas, participaron personas que
-sin autoridad- tomaron decisiones e,
incluso, también se sustentó la solicitud con supuestas firmas de indígenas que
ni siquiera saben escribir.
Recientemente los profesores Marc Hockings y Nigel
Dudley, expertos en áreas de
conservación en el mundo, entregaron una evaluación al Gobierno sobre el
sistema nacional de parques naturales de Colombia. En el informe el sistema de
Parques fue bastante criticado y entre otras conclusiones mencionan:
1- Las comunidades indígenas no requieren ni necesitan
declaratorias de áreas protegidas porque los resguardos como tal están
conservando y protegiendo biodiversidad.
2- Todos los territorios de los pueblos indígenas se
han conservado en el tiempo sin la necesidad de que existan las áreas
protegidas y los parques naturales.
Efectos económicos
Aparte de haber creado el Parque Natural sobre la
reserva indígena, desconociendo sus
tradiciones ancestrales, las
autoridades de Parques Naturales también
aseguraron que nada cambiaría para los indígenas, pero no fue así.
Ahora deben pedir permiso para vender la carne de
Danta, que tradicionalmente cazan en su territorio; también deben pedir permiso para vender o transportar
pescado, sin una autorización no lo pueden comercializar. Además se prohíbe la
tala de bosques y la -hasta ahora incipiente- actividad minera en la zona.
“Acá
desarrollábamos varias actividades económicas y hasta minería informal del oro que nos ayudaba
a conseguir nuestro sustento, ahora tenemos que buscar cómo mantener a nuestras
familias y de cualquier forma vamos a hacerlo”, indicó Muca agregando que
de seguir la situación se podrán generar actos de violencia en la zona que
tradicionalmente ha sido muy pacífica.
Esta decisión además afecta el progreso de la
comunidad, su cultura, y peor aún, se está promoviendo la cacería ilegal dado
que les resulta más fácil mantener sus
costumbres que someterse a las nuevas normas.
Muca también cuestionó
la decisión de las autoridades de Parques Naturales que asumirán la
administración y cuidado del parque,
pero no sabe cómo lo harán si ni siquiera lo conocen. “Tradicionalmente nosotros y nuestros
ancestros lo hemos cuidado, entonces ¿Por qué lo quieren cuidar los blancos”?,
cuestionó.
Finalmente el dirigente destacó que quieren dialogar
con el gobierno para que conozca la realidad de esta decisión. “No queremos un parque, queremos que se
delimite, se defina una zona, pero de común acuerdo entre gobierno y nuestra
comunidad. De otra forma, preferible ser brasileños, donde si respetan nuestras
cultura”, puntualizó.
Colombia es un
país que históricamente ha enfrentado “conflictos” de soberanía. No cabe duda que el más sonado
en la historia reciente fue la separación de Panamá, el 3 de noviembre de
1903, luego de la guerra de los mil
días. De eso han pasado 110 años y el
país se resignó a no contar con el istmo.
Más recientemente, el 19 de noviembre de 2012 la Corte
Internacional de Justicia, en la ciudad holandesa de la Haya, determinó que
Colombia se quedara con los siete cayos en disputa, pero que Nicaragua tendrá
una parte del mar que antes hacía parte del territorio colombiano.
La preocupación ahora es que por decisiones como esta,
y por iniciativa de las comunidades
locales, una parte de Vaupés pase a ser de Brasil, país que respeta los derechos
ancestrales de los indígenas.
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